En este artículo te contamos las principales razones por las que las parejas se divorcian.
Aunque lo parece, no es el fín
Se han descubierto cuáles son las principales razones por las que las parejas se divorcian. La buena noticia es que es perfectamente posible evitarlas todas.
Un divorcio es un proceso difícil y en muchos casos muy dolorosos (para una o ambas partes). Incluso si la relación llevaba tiempo sin funcionar, una separación de cualquier tipo es complicada de superar, sobre todo en casos en los que la relación ha durado varios años.
Existen muchos motivos por los que las parejas deciden separarse. Pero se ha descubierto que en la mayoría de los casos hay tres puntos en común.
Las tres razones por las que las parejas se divorcian
Hay algunos puntos que aparecen mayormente cuando la pareja comienza a tener problemas que acaban por deteriorar el vínculo afectivo.
A continuación, te mostramos cuáles son estas razones por las que las parejas se divorcian y como evitarlas.
Falta de compromiso

Existen dos tipos de personas. Hay quienes a la hora de hacer terapia realmente quieren escuchar a su pareja con la intención de solucionar los problemas, y que por supuesto pretenden hacer los que sea necesario para no perder a la persona que aman. Por eso, deciden seguir las técnicas de comunicación y confianza adecuadas para lograr este objetivo y evitar cometer los mismos errores que en el pasado.
Pero también hay quienes no son capaces de escuchar lo que su pareja les intenta explicar y únicamente tiene quejas de todo tipo. Aquí es donde el problema cobra fuerza. Porque de esta forma nunca terminan de madurar y, por lo tanto, sus relaciones acaban por romperse.
Infidelidad

La razón más habitual para que una pareja se divorcie es la infidelidad. Incluso cuando las parejas deciden darse otra oportunidad después de una infidelidad, el matrimonio acaba por romperse debido al estigma de la traición, el dolor y la desconfianza. Estos factores suelen ser demasiado difíciles de superar para algunas personas que continuamente necesitan explicaciones sobre la razón por la que su pareja cometió esa traición. Esto lo único que hace es fomentar la amargura y la desconfianza.
Por suerte y aunque parezca imposible, una infidelidad no tiene por qué ser el final de un matrimonio. La solución a este problema es que los dos estén dispuestos a perdonar de verdad y a arreglar la relación. Encontrar cuáles fueron los motivos del engaño es importante, pero dentro de una discusión controlada y tranquila. Ambas partes deben tener paciencia y comprensión. La herida no va a curarse solo con una conversación.
Peleas constantes
En la mayoría de las ocasiones, las parejas no discuten de la forma más adecuada. Es decir, por medio de los métodos idóneos de comunicación y discusión que aseguran que la pareja pueda exponer sus sentimientos y pensamientos sin que la discusión se convierta en una pelea.
Si estas peleas mal enfocadas suceden con demasiada frecuencia, se generan rencores y discordias que acaban por abrir una brecha en la relación. Si tu pareja o tú soléis poneros a la defensiva cuando se cuestionan aspectos de vuestras personalidades, significa que la comunicación entre vosotros se está perdiendo. Puede que no lo hayas notado hasta ahora, pero aún no es tarde para solucionar este problema.
Pero debes saber que guardar silencio no es una solución dentro de una relación sentimental.
Lo más adecuado es que en el momento en que comencéis a notar estos problemas, asistáis a un consejero que os ayude a comunicaros de la forma adecuada, reduciendo así los conflictos que obstaculizan el crecimiento y evolución de vuestra pareja.
Los problemas se resuelven gracias a la comprensión, la paciencia y la comunicación sincera.